Así que nunca olvidaré la primera que ví. Era el año 2000 y fue sobre el faro de Tulum (Quintana Roo, México). Me pareció algo magnífico. Allí estaba, exótica y soberbia sobrevolando la línea costera.
Después las pude observar otras muchas veces, pero siempre a gran altura y totalmente inalcanzables al objetivo de mi cámara. Hasta que un día del año 2009 se dio la oportunidad (¡como no!, en la Playa de Tulum) y las pude, por fin, capturar en vuelo.
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