sábado, 16 de noviembre de 2013
Una foto, una excusa...
La verdad es que necesitaba una buena excusa para retomar el blog. Casi tanto como necesitaba quitarme todo el moho y herrumbre de encima y recuperar sensaciones. Volver al campo, a pasear, a ver bichos, a hacer fotos, ...sentir gusto por las cosas.
Y se dio la ocasión. Después de un largo tiempo sin viajar surgió, como sin quererlo, un viaje fotográfico-ornitológico a una de las mecas europeas para este tipo de actividad: las islas Shetland. Casi quince días en autocaravana con un buen amigo por Shetland, Orkney y las Highlands. Bueno, ya dije que estaba oxidado o sea que tampoco esperéis nada especial. Alguna fotillo se hizo (poco bueno) pero lo mejor fueron las experiencias vividas, paisajes, detalles...
Al lio. La foto que sirve como excusa no es gran cosa pero se trata de una especie emblemática para mí y por la que empecé a interesarme al ver los fantásticos trabajos de Alejiga (por ejemplo ésta o esta otra). La mía nada que ver, oigan, pero mucho ilusión por tenerla.
Fue en un día complicado, en la isla de Fetlar, envueltos en lluvia y neblina y con una luz horrorosa. desde dentro de la autocaravana (a la que no le entraban las marchas) la pude fotografiarla por fin. Tiro 4 ó 5 disparos al ave sin más pretensión que la de asegurar y, de repente, ¡¡¡Error en tarjeta CF!!!
Un papelón. La tarjeta, una Lexar de 16 Gb, que falla y sólo con una de 4Gb de repuesto. En el cambio de tarjetas el bicho sale volando y si te he visto no me acuerdo. Empiezo a hacer memoria de las fotos perdidas y ...sudores fríos. Deben de ser bastantes, pienso.
A partir de ahí todo se complica. Toca desandar el camino. A toda velocidad a coger un ferry que nos traslada a la isla principal, Yell. Luego carrera larga por carretera hasta su capital Lerwick. Busca una tienda fotográfica y compra una tarjeta de marca ignota de repuesto: la única disponible en toda la isla. Esa tarjeta nueva volvería a fallar nuevamente en Orkney intentando fotografiar un Colimbo Chico (pero esa es otra historia).
De hecho, a día de hoy, aún no se si el fallo está en la cámara (espero que no) o en las tarjetas. Lo iremos viendo.
Días después, ya de vuelta en casa, numerosos intentos de acceder a la tarjeta. Nada, no es posible. Que la formatee...dice. Me resisto. Ahí dentro se que hay un Agachadiza. Como se que probablemente no podré volver a Fetlar a fotografiarla pruebo programas de recuperación de datos y otras soluciones pero sigue hermética, impenetrable.
Por fin, la luz. Un programa, el Photorec, obra el milagro y las fotos vuelven a aparecer. Están ahí. No son buenas pero me hace mucha ilusión.
Ya tengo la foto, ya tengo la excusa.
Vuelvo al blog: ...sin moho, ...sin herrumbre. Casi como liberado.
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