En ocasiones ya están allí mientras repones la comida. Te ven entrar al escondite y les da igual se tiran como locos a por ella. También descubres que los hay más tímidos y más descarados.
Al principio te contentas con pillarlos de cerca y en foco. Luego, poco a poco, vas cambiando posaderos, componiendo distinto, perfeccionando los fondos.
Bueno, ahí va una primera serie de tres (a sumar a este ya posteado) por si os gustan



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