martes, 17 de febrero de 2009

Petirrojos (1 de 2)

Decía en el post anterior que no he tenido demasiada suerte con las especies que entraron al hide. Los petirrojos (Erithacus rubecula) son los pocos que nunca fallan. Parece mentira lo territoriales que son. A nada que mueves la ubicación del comedero (pongamos 20 metros) ya es otro distinto el que está entrando. Con el tiempo los conoces a todos. Que si uno tiene unas plumas blancas en la caberza, que si otro en el ala...

En ocasiones ya están allí mientras repones la comida. Te ven entrar al escondite y les da igual se tiran como locos a por ella. También descubres que los hay más tímidos y más descarados.

Al principio te contentas con pillarlos de cerca y en foco. Luego, poco a poco, vas cambiando posaderos, componiendo distinto, perfeccionando los fondos.

Bueno, ahí va una primera serie de tres (a sumar a este ya posteado) por si os gustan




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