Hay días, muy pocos, que me los quitan de las manos...
Pocas veces ocurre, pero en algunos días de paso es tal la aglomeración que a veces uno no sabe muy bien dónde poner el foco. Lo normal es lo contrario, claro. Pero días así te reconcilian con todo (o casi todo).
En el lejano, muy lejano, 2014. Ya ha llovido, ya.
Grupo de limícolas en una marisma gallega en el paso otoñal.
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